Nací dentro de la fe de una iglesia cristiana en particular en Venezuela. Fui criado con las costumbres de una familia normal media de la Valencia de 1960. Estudié toda la primaria en un colegio patrocinado por dicha iglesia y por el gobierno. La asignatura que más me gustaba era la de religión. Atesoro los recuerdos del grupo coral religioso, los cantos en las reuniones, la eucaristía del Señor, los juegos de fútbol, etc.
En mi casa de la infancia me enseñaron la fe, el amor a Dios y Sus enseñanzas, el amor al prójimo y conocí la Santa Biblia de tapa a tapa poco a poco. Asistía a la iglesia con mis padres cada domingo. Y me gustaba mucho, como aun me gusta, visitar templos y admirar las expresiones de la fe sincera de la gente. Desde que tengo uso de razón, busqué conocer a Dios, y sentí que le amaba, y El a mí. He sido un amante de la verdad siempre. Ella me asombra y por ella tengo reverencia. La busco siempre que puedo. De esa manera escuché algunas creencias diferentes a la mía en religiones también diferentes y en denominaciones cristianas diversas. Todavía soy un estudiante asombrado de la verdad. Para mi la historia es parte de la verdad. Cuando tenía 19 años tuve un descubrimiento personal y particular de la verdad y la estudié con ahínco por varios años. Poco a poco cimenté un conocimiento por el que veo al mundo que me rodea y me edifico e ilumina a mi, edifico y oriento a mis seres queridos, a mi familia, a mis amigos y a los desconocidos.
Por eso haré un intento por este medio de compartir mi verdad, mi fe, y de escuchar sinceramente y con respeto la verdad y la fe de otros que son similares a mi. La fe es un asunto personal en el sentido de que es algo íntimo que se debe inspeccionar personalmente. Podemos hablar de ello, compartir o sugerir, pero es solo la persona misma la que abre su corazón a determinadas enseñanzas.
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